Estimados compañeros:

Los imperativos de la solidaridad y de la eficacia a nivel europeo nunca han sido tan importantes como en este período de crisis que afecta a esta comunidad de 500 millones de europeos de los que formamos parte y al servicio de la cual trabajamos.

Es en este contexto en el que se han tomado, al final del último año, sin gran publicidad, importantes medidas que afectan profundamente nuestro día a día.  Estas medidas conciernen principalmente al control del tiempo de trabajo y a la incompetencia profesional.  

Parecen surgir de la buena gestión pero la Administración se prepara para ponerlas en marcha de una manera extrema que corre el riesgo de ir más allá de la voluntad del Colegio.

Todo esto se produce en un contexto negativo en el que (1) los Estados Miembros reducen gradualmente el número de personas que trabajan para las instituciones y sus derechos y (2) la Administración no implica activamente a su personal en la conducción de los cambios.

Después de la movilidad forzosa introducida en 2004, esta modificación de la cultura de la organización, de los métodos de trabajo y de control corre el peligro de transformar finalmente la Comisión en simple administración ejecutiva sin capacidad política. 

Mostremos que estamos mayoritariamente en contra de esta deriva y propongamos medios mejor adaptados y que refuercen la eficacia de nuestra organización.

Si desaprobamos esta deriva, debemos hacerlo saber.
En un sistema democrático, la opinión de la mayoría no puede ser ignorada.

Si compartes nuestra opinión, apoya esta carta al Colegio y a los Presidentes de las Instituciones haciendo clic en el enlace "I AGREE" a continuación. 

EU STAFF FOR EUROPE (1)

 

I AGREE

 

Recibirás probablemente varias veces este mensaje durante las próximas semanas.  Estos recordatorios tendrán como objetivo obtener el apoyo de la mayoría del personal. Lamentamos este desacuerdo y esperamos que la importancia de la causa os permitirá aceptar esta pequeña contaminación electrónica. Si puedes, invita activamente a tus compañeros y amigos a firmar esta carta.

(1) El año pasado, bajo el impulso de EU STAFF FOR EUROPE (un grupo de compañeros convencidos de la importancia del proyecto europeo) más de 25.000 compañeros firmaron una carta al Colegio en el marco de la reforma del Estatuto.  Esta petición ha constituido un apoyo precioso para los representantes del personal (y la Administración) que hacían frente a Estados miembros que desean medidas mucho más radicales.


Carta al Colegio y a los Presidentes de las instituciones europeas

Medidas inapropiadas sobre el tiempo de trabajo
y la incompetencia profesional

En un período de crisis en el que la cooperación a nivel europeo nunca ha sido tan necesaria para hacer frente a los desafíos socioeconómicos comunes, los Estados Miembros se alejan del método comunitario.  Vuelven progresivamente a acuerdos intergubernamentales y adoptan un presupuesto de la Unión con bajadas en términos reales.  Renunciar al proceso comunitario no es únicamente renunciar a la solidaridad y a la eficacia colectiva, también es rechazar la transparencia democrática a la que tienen derecho los ciudadanos.

Cuando es esencial reforzar nuestra aptitud para actuar juntos, la capacidad de acción de nuestras instituciones se reduce.  De este modo, desde 2004, nuestro sistema institucional se ha debilitado progresiva y discretamente mediante medidas que afectan a su organización interna.  Estas medidas pueden parecer anodinas y surgir de la buena gestión pero tienen repercusiones importantes si se las considera en su conjunto. 

Modifican profundamente los modos de funcionamiento de nuestras instituciones. Transforman la Comisión en un órgano de control burocrático de las políticas europeas.  La Comisión pierde cada día un poco más de su capacidad política tan esencial para el desarrollo de la Unión.  Su imagen y su reputación ante los ciudadanos se han deteriorado considerablemente.

El ejemplo emblemático es el de la movilidad forzosa de las personas y las reestructuraciones permanentes, presentadas como un medio de prevenir cualquier conflicto de intereses.  Esta política priva de facto a la Comisión de su experiencia técnica.  Disminuye su capacidad para realizar propuestas adaptadas a las políticas de la UE. Representa un importante despilfarro de talentos e induce a la desmotivación.

Actualmente, el control del tiempo de trabajo (incluso de las tareas para determinadas personas) así como el procedimiento de gestión de la incompetencia profesional corren el riesgo de desnaturalizar de manera decisiva el funcionamiento de la Comisión. 

La independencia y la permanencia de la función pública, garantes de su papel político, están más que nunca en juego.

Los proyectos de control electrónico del tiempo de trabajo, aunque no son exigidos en absoluto por el Estatuto o la decisión del Colegio, son dañinos para la productividad y para la responsabilidad.  Llevan a rigideces administrativas y a un incremento de la burocracia.

Una nueva cultura de organización influida por un control excesivo corre el riesgo de emerger. Puede romper rápidamente la confianza entre compañeros que constituye un pilar importante de nuestra organización fundada en la colegialidad. La desconfianza y la frustración tienen un raro poder de desmotivación y pueden conducir a una pérdida considerable de eficacia.  Recomendamos, en cambio, implantar medios de control del tiempo de trabajo sencillos, flexibles, no costosos, fundados en la confianza, preservando la cooperación entre compañeros y la cultura innovadora de nuestra institución.

En cuanto a la incompetencia profesional, conviene asegurarse, en primer lugar, de implantar medidas preventivas para impedir que ocurra esto. Conviene, después, disponer de vías de recurso paritarias.  Finalmente, los procedimientos implantados no deben permitir el desarrollo de prácticas arbitrarias y deben concernir exclusivamente a casos objetivamente indiscutibles.  El riesgo de implantar prácticas que puedan atentar contra la expresión creadora y el espíritu de iniciativa no debe subestimarse.

Evitar los abusos y garantizar el buen funcionamiento de los servicios es importante, pero sigue siendo fundamental no privar a la Comisión de sus competencias específicas: ser la ejecutora de la Unión que pone en marcha los Tratados y la que detenta el derecho de iniciativa.

Con este fin, proponemos en anexo 12 principios esenciales que deben regir las políticas relativas al control del tiempo de trabajo, a la movilidad del personal y a la incompetencia profesional.

Esperamos que este mensaje constructivo pueda ser entendido.  Emana de personas que cada día trabajan modestamente pero con convicción para la construcción de la Unión.

EU STAFF FOR EUROPE

Anexo a la carta: 12 principios esenciales que deben regir las políticas relativas al control del tiempo de trabajo, a la movilidad del personal y a la incompetencia profesional.